"Bajo un árbol estaban mis sueños, cayeron, cayeron como la manzana sobre la cabeza de Isaac Newton. A diferencia de él yo no cree una teoría, yo diseñe mi futuro"
Ahora estaba leyendo debajo de uno de los arboles de nuestra hermosa "ciudad deportiva", me encontraba a la deriva de un libro pequeño que me habían regalado un día antes. El libro es bastante bueno, aunque debo confesar que estar al aire libre y con tanta gente caminando a mi alrededor jamás me hubiera podido concentrar; efectivamente jamás me concentré.
Decidí que algo efectivo y amortiguador que podría pasar mientras esperaba ah que mi hora de clases comenzará, porque tengo miles de horas libres (¿Debería molestarme eso?), en unos pocos minutos resolví que lo más prudente sería ir a la biblioteca a visitar a mi solitario muro de facebook, así que eso hice y me lance a la aventura de visitar una computadora de la biblioteca. Al entrar a la biblioteca y ver los miles de libros ahí acumulados me puse a recordar algunos comentarios recibidos por mi mejor amigo, me dijo que en una ocasión había leído que la escritura más que un arte o don es una terquedad. Entonces pensé que mucho de mi tiempo lo invierto en ver qué piensa/opina/habla/balbucea sobre mí una red social. Soy un mediocre.
¿Qué hubiera sido de Gabriel García Márquez si en vez de pensar en el nombre de la ciudad de más maravillosa del mundo, Macondo, hubiera pasado toda la tarde viendo su perfil de facebook? ¿Qué hubiera sido de Jorge Luis Borges y sus lecturas si él se hubiera tomado el día para satisfacer a su avatar del Sims?
Sólo por citar algunos ejemplos, de mis escritores más influyentes. Ahora que ya sé que hacer, lo haré dejaré de prestarle tanta atención a cosas tan superfluas y empeñarme en terminar esos libros a medias, esas historias que llevan meses cociéndose en mi mente.
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