Hoy es un día bueno para pensar en lo que malamente consideramos importante. Después de un colapso garrafal sentimental sale nuevamente la esperanza y me da una palmada en la espada y me dice <<¡tranquilo, se va!>>.
¿De verdad se necesita aprender uno a caer tantas veces para después ya no tropezar? Si se agregará en las Olimpiadas tropezar con la misma piedra; ganaría yo. No creo sinceramente que la depresión o los sinsabores sean una opción viable para mí, soy el encargado de crear sonrisas (no por obligación, sino por gusto) me gusta hacer sentir bien a las personas y dejarme llevar por ese instante mágico donde comparto la felicidad con alguien más y logra brindarme un momento de despeje en esta torrencial lluvia que invade mi, saturado y estresante, periodo de vida.
No, no volveré a caer en esas tretas de un "si" mas camuflajeado de un "no" que una anciana con deseos de ser joven comprando maquillaje en avon.
Ya no diré más. Volveré con buena actitud y una estupenda sonrisa.
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