sábado, 21 de junio de 2014

Cosas malas de mi vida.

Se cansa uno o es desinterés. Creo que nunca lo sabré realmente, sé que se me acaban las ideas para escribir y se perfectamente que no es mí culpa, sino de mi cansancio (inventado, obviamente) o de una mala imaginación. Aunque creo que es la primera ante todo: no puede ser que este cansado a tan pocas horas de despertar, no puedo creer que esté cansado cuando llevó ya casi 3 semanas de vacaciones donde llego a mi casa y duermo ininterrumpidamente durante toda la tarde para despertar en la noche y volverme a dormir.
Quizás me falten vitaminas, no lo sé. Aunque dejé de tomar suplementos cuando me dijo mi hermana que hacían engordar.
También es eso: soy gordo, bueno no tanto, mido 1.85 y peso 86 kilos. Por mi estatura y estoy sólo 2 ó 3 kilos por encima del corriente pero no importan puesto que creo que son de líquidos. También eso, retengo líquidos.
Soy más una maquina descompuesta que un ser humano. Lo terrible de la situación es que llevo muchísimos años siendo así: me duele esto, me duele aquello, por allá. En fin un mundo de pretextos para estropearme la vida y las ganas. ¡Pero uno es su propio freno!, caray. Me da un poco de coraje que yo sea así y no haga nada al respecto. Ésta vida así: sedentaria y de enfermedades me ayuda con mis problemas mentales. Soy un compulsivo en muchos de los aspectos malos que existen.
Me obsesiono con mucha facilidad con las cosas, personas, sentimientos. Es cuestión de que se me presente con alguna cosa llamativa y ¡Bam! ya caí en la obsesión. Me he llegado a obsesionar con cosas tan absurdas como piedras, gatos, barandales, pensamientos de suicidio, dedos de los pies. Lo curioso o beneficioso del asunto es que no importa mucho pues se pasan; quizás regresen en un futuro, como lo han hecho ya algunas de mis anteriores obsesiones, pero se van al rato.
También tengo una muy fuerte deficiencia visual que no me ayuda mucho a llevar el día a día como se supone que debería de hacerlo, incluso me cuento a mí mismo que estoy escribiendo esto sin lentes y sufro porque tengo que poner lo ojos de asiático para poder entrever lo que escribo.
Tengo, aunque en menor medida, el pie plano y eso también me forzó muchos años a usar zapatos de Frankestein y por ende sufrí de acoso escolar (no me gustan las palabras gringas).Era obvio que nunca era aceptado en los equipos deportivos así que recluía a encerrar a jugar con amigos igual que yo, inadaptados voluntarios o involuntarios de la sociedad. Con estos amigos logré hacerme y hacernos un escudo en la imaginación que nos retraía de esta vida que tuvimos que llevar durante la primaria.
Me duele mucho la cabeza últimamente y con mi paranoia me imagine que podía ser cáncer... ¿pero en serio? O sea no tengo más que un ligero dolor de cabeza que una aspirina elimina, sí fuera cáncer sería un dolor inmenso y recurrente que no me dejaría estar en paz.
A sí y uno de mis últimos males que encontré es que soy homosexual. La trágica situación de las familias mexicanas del siglo XXI y anteriores: un hijo homosexual en la familia es una maldición. Ya se sabe: se culpa a la madre, se culpa a la ausencia paterna, se culpa a la influencia de las hermanas, a los amigos de niño. ¡A TODO EL MUGRERO DE MUNDO SE CULPA! Es curioso pero al niño jamás se le culpa.