Sí, efectivamente, un señor paso a mi lado con un guante sobre la cabeza que utilizaba en forma de cachucha. Era algo así como con los dedos como bisagra y la palma sobre el cráneo. Fue un momento sumamente cómico porque el señor se despidió de una manera sumamente amable con un señor que estaba a su lado, quizás ya estaban platicando cuando yo pase.
Es de esos momentos que si fuera cualquier otra persona simplemente dejaría pasar pero como soy yo, un chico atolondrado y con una imaginación sumamente prolifera entonces no es algo simple. Es de esos momentos mágicos que deben ser acompañados con una banda sonora estilo Hollywood, tener una secuencia de cámaras y quizás hasta actores estilo snob que participasen en el filme. Lo bueno de eso es que no es así, sino que es simplemente la vida cotidiana con sus hermosos matices, con su gente rara que hace más hermosa la existencia. En fin, ese hombre me hizo el día.
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